El fenómeno Wendy Guevara

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Por Sara Palmezano, militante de la comuna Yira Castro, de Comunes Cali

Por años, las mujeres y hombres trans se han visto injustamente segregadas y segregados en los distintos escenarios de la cotidianidad, al punto de ubicarse hasta abajo, en el último escalafón de los sujetos y actores sociales discriminados, deshumanizados y vulnerados histórica y sistemáticamente. Es por eso que, cuando surgen personalidades trans que obtienen un reconocimiento social, mediático, nacional o internacional y que logran visibilizar en mayor o menor medida el diario vivir de su comunidad, las redes sociales y medios de comunicación se inundan de polémicas y comentarios manipulados de forma inconsciente por titulares amarillistas, entre otras formas de persuasión. Tal es el caso de Wendy Guevara, mujer trans, ganadora del reality show La Casa de los Famosos, en México.

No obstante, ella marcó un antes y un después en estas dinámicas, al no convertirse en objeto de burlas y mensajes discriminatorios, sino en un referente a nivel mundial, por su jovialidad y la manera tan espontánea en la que se reconoció y asumió como la mujer trans que es, durante el programa.

Sus comentarios y bailes, las risas escandalosas y la sinceridad de sus palabras, cautivaron a la comunidad mexicana, pero también a la de más de 22 países −unos pocos habilitados para votar en el proceso de elección del ganador o ganadora del Reality− obteniendo de su parte un total de 18 millones de votos, que la consagraron como única ganadora de La Casa de los Famosos, y en la primera mujer trans en ganar un reality show en México, uno de los países más machistas, transfóbicos y peligrosos para las mujeres y diversidades en el mundo.

Tales consideraciones, me llevaron a escribir este artículo y dividir su contenido en dos partes: la primera, donde comentaré un par de características de la vida de Wendy; y la segunda, donde expondré, a partir de unas conversaciones que tuve con 3 mujeres trans pertenecientes al Pacífico colombiano (cuyos nombres me reservaré por asuntos de seguridad e integridad de ellas), la percepción que tienen algunas personas de la comunidad sobre “el fenómeno Wendy”, además de plantear varias interrogantes para dar más profundidad al análisis.

Para desarrollar lo propuesto, quise responder a la pregunta inicial: ¿quién es Wendy Guevara?

Wendy Guevara (de nacimiento Luis Carmen Guevara Venegas) es una mujer trans aguerrida de 30 años, que se vio obligada a sobrevivir a escenarios constantes de violencia y discriminación. Como relató públicamente en varias ocasiones, fue abusada por un hombre joven del sector donde residía en su niñez y tuvo que ejercer como trabajadora sexual durante muchos años, por sus condiciones desfavorables. Nació en León, Guanajuato, en una familia humilde y es hija de Fabiola y Francisco Guevara.

Se dio a conocer en el 2010, con un video en el que se encontraba con su amiga Paolita Suárez −también mujer trans− vociferando que estaban “perdidas” tras haber sido abandonadas por unos “viejos con los que se habían ido a cotorrear”. El video se propagó en las redes sociales y Wendy, inmediatamente, recibió comentarios positivos sobre su gran sentido del humor. Hoy un número importante de internautas la consideran un gran referente de la comunidad Trans y un ejemplo de resiliencia y perseverancia a seguir.

El diálogo que sostuve con las tres compañeras trans se prestó para reconocer tres escenarios que se vivieron en el proceso del “Fenómeno Wendy Guevara”:

El primero, cuando apenas estaba subiendo el rating del programa, donde, una gran parte de la comunidad Trans veía imposible que una mujer trans de México, ganara un reality.

El segundo, cuando, con la final del show cada vez más cerca, fueron saliendo concursantes y la única mujer que quedó fue Wendy, lo que evidenció que hay más apoyo hacia las personalidades de género masculino y que Wendy empezaba a ser reconocida internacionalmente como una competidora singular.

El tercer y último escenario, cuando se escuchó: “¡Wendy Guevara es la ganadora de La Casa de los Famosos!”. La mayoría de la comunidad estalló en aplausos de alegría ante el momento especial  que estaba viviendo una de sus hermanas, sobre todo porque, además, dedicó el triunfo a la “comunidad gay”.

Tras revivir estos tres escenarios, establecimos algunas de las condiciones que le permitieron ganar el reality (más allá de sus méritos y aptitudes personales). Comparto varios de los elementos que se discutieron para que puedan armar sus propias conclusiones:

Una mujer trans que reside en Cali nos comentó que, aunque se alegra por el triunfo de Wendy y sabe que tiene un impacto positivo en la comunidad, cree que ella no ganó bajo el reconocimiento pleno de que, como mujer trans, es igual de capaz que los demás competidores, sino porque su participación se basó en juegos constantes con un participante hombre que fue visto en la Internet, como una suerte de “romance en broma” con Nicola Porcella y que generó mucho rating.

Por otra parte, desde Buenaventura, la percepción es que es un gran triunfo que debe ser apoyado y visibilizado, pero, si Wendy fuera una mujer trans afro, no habría tenido el mismo reconocimiento y apoyo, pues en la sociedad aún se vive fuertemente la discriminación racial, incluso dentro de la misma comunidad Trans, lo que ha terminado, por ejemplo, en el asesinato de grandes referentes como Marsha P. Johnson.

Por último, otra compañera trans que reside en Guapi me invitó a reflexionar sobre el verdadero carácter del apoyo a Wendy y la comunidad Trans en general, preguntando si los 18 millones de votos que Wendy obtuvo (que fueron más que los que tuvieron en la segunda vuelta, los 2 candidatos a la Presidencia de Colombia el pasado año) corresponden a “banalidades de los típicos shows comerciales de televisión”, que realmente no se tradujeron ni traducirán en acciones sociales, populares, comunitarias y políticas que propendan por garantías de vida digna para las mujeres y hombres trans. Por tanto, si bien es importante, no es algo estructural que genere avances significativos en la comunidad, percepción que comparto plenamente.

Felicito a Wendy por su reciente triunfo y por su actitud al afrontar las dificultades y traumas que ha tenido que vivir como mujer trans en México y me permito invitar a quienes nos leen, a trascender del escenario mediático de las redes sociales y shows televisivos, para hacer acciones específicas, locales, territorializadas, que desde el respeto y el entendimiento de las diferencias y diversidades de orientaciones sexuales e identidades de género, constituyan espacios de inclusión para todos, todas y todes, sin distinción étnica, ideológica, religiosa, racial, política, entre otras.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]